Qué hacer ante un caso de golpe de calor

Qué hacer ante un caso de golpe de calor
No debemos confundir “golpe de calor” con hipertermia o insolación, pues son cosas diferentes. La insolación es la consecuencia de la exposición directa al sol, mientras que el golpe de calor resulta de la exposición a cualquier fuente de calor y sus síntomas pueden ser graves. Sepa qué hacer ante el golpe de calor.

El golpe de calor es peligroso para el organismo pues ocasiona una suba repentina y excesiva de la temperatura corporal, que puede sobrepasar la capacidad del cuerpo. El calor excesivo produce un mal funcionamiento del organismo y lo afecta tanto exterior como interiormente.

Síntomas: 

• Cara congestionada.
• Dolor de cabeza.
• Sed intensa y sensación de fatiga.
• Náuseas y vómitos.
• Calambres musculares y convulsiones.
• Ausencia de sudoración, con piel seca, caliente y enrojecida.
• Alteraciones de la conciencia (somnolencia).
• Alteraciones circulatorias y respiratorias.
Las personas que realizan actividades físicas cuando hace calor y hay mucha humedad ambiente, pueden experimentar mareos y desvanecimientos.
Las personas más sensibles a los efectos del calor son: los niños, los ancianos, los obesos y los pacientes que toman ciertos medicamentos.

Cómo actuar en un caso de golpe de calor

El golpe de calor sobreviene cuando la persona tiene una temperatura corporal superior a los 40ºC, pero además está acompañado por pulso acelerado que se debilita, y una disminución de la frecuencia respiratoria. Esta situación requiere de tratamiento inmediato porque implica un riesgo de vida para la persona.
• Lo primero que debes hacer es llamar a un médico.
• Ante los síntomas de mareo y desvanecimiento, se debe acostar a la persona en un sitio fresco bajo techo.
• Si la situación no es grave y la persona está dispuesta, puedes brindarle una bebida dulce (café con azúcar, refresco), o agua con sal (1 cucharada de sal por litro de agua).
• Aplica paños fríos o bolsas de hielo sobre la cabeza, bajo las axilas y en la ingle, para que baje la temperatura corporal.
• Si la temperatura no baja o aumenta, retira la ropa y cúbrelo con una sábana mojada, o échale agua fría sobre el cuerpo si no tienes una sábana. Mantén a la persona mojada y fresca hasta que llegue la ayuda o hasta que su temperatura se normalice.
Las personas que sufren de enfermedades debilitantes resultan más sensibles a los ataques térmicos.

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