Problemas y soluciones para la apnea del sueño

Se dice que una persona sufre de apnea cuando por la noche su respiración puede detenerse por un tiempo, lo cual generalmente se da por más de 10 segundos. Esto se da cuando los músculos en la parte superior de la garganta se relajan durante el sueño, complicando el flujo del aire hacia los pulmones.

La apnea genera un ronquido que es causado por el aire que trata de escurrirse a través de la vía respiratoria estrecha o bloqueada. También hay otros factores que pueden provocar que la vía respiratoria esté más estrecha, como ciertas formas del paladar, amígdalas y vegetaciones adenoideas grandes en niños, cuello grande, y lengua grande que puede retraerse. A veces dormir boca arriba también aumenta los episodios de apnea.
Las personas con apnea del sueño generalmente no son conscientes de los episodios nocturnos, aunque pueden darse cuenta por algunos síntomas que presentan durante el día, como actuar malhumoradas, impacientes o irritables, ser olvidadizas, quedarse dormidas mientras trabajan, leen o ven televisión, sentirse soñolientas mientras conducen o incluso quedarse dormidas al conducir y tener dolores de cabeza difíciles de tratar.
Este problema puede traer algunas consecuencias que pueden ser graves, como por ejemplo una depresión progresiva, un comportamiento hiperactivo (principalmente en niños), e hinchazón de las piernas (en caso que sea grave). Por este motivo es que se aconseja que se realice un tratamiento para combatir este problema.

Posibles soluciones para la apnea

El objetivo del tratamiento es que las vías respiratorias se mantengan abiertas, de modo de evitar que la respiración se detenga durante el sueño. Para ello se pueden adoptar ciertos cambios en el estilo de vida, que permitirán aliviar los síntomas de apnea del sueño en algunas personas.
Algunos de esos cambios son la reducción de nuestra masa corporal, y evitar algunas actitudes como el consumo de bebidas alcohólicas y los sedantes a la hora de dormir, y tratar de no dormir boca arriba, ya que como decíamos anteriormente esto puede aumentar los episodios de apnea.
Actualmente existe un tratamiento denominado CPAP (Presión positiva continua en las vías respiratorias), que es considerado el tratamiento de primera línea para este problema en la mayoría de las personas. El mismo se administra por medio de una máquina con una máscara facial ajustada.
Muchos pacientes no son capaces de tolerar esta terapia, aunque mediante un buen control y apoyo de un centro médico especializado en este problema, se puede ayudar a superar cualquier inconveniente con el uso del CPAP. En algunos casos los pacientes pueden necesitar dispositivos dentales que permitan mantener la mandíbula hacia adelante.

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