Como actuar ante un caso de epilepsia

Estaremos en presencia de convulsiones cuando veamos que el cuerpo de una persona se sacude de forma rápida e incontrolable. Durante las mismas, los músculos del individuo afectado se contraen y se relajan de forma repentina.

Normalmente puede ser perturbador presenciar un acto de esta naturaleza, pero a pesar de su apariencia, la mayoría de las crisis convulsivas son realmente inofensivas. A continuación les daremos algunos consejos para que puedan ayudar de la mejor manera posible a una persona que presente convulsiones delante de ustedes.
En primer lugar, cuando ocurra una crisis convulsiva, el principal objetivo es evitar que la víctima se lastime, por lo que deberemos protegerla de una caída acostándola sobre el suelo en un área segura. Es necesario que se retiren todos los muebles u objetos cortantes del área alrededor de la persona.
Es bueno colocar una almohada para que la víctima descanse su cabeza, al tiempo que se debe aflojarle las prendas de vestir que estén ajustadas, sobre todo aquellas que están alrededor del cuello. También es importante poner a la persona de costado, ya que si la misma vomita, con esta posición nos aseguraremos que el vómito no sea aspirado hacia los pulmones.
Seguramente la víctima cuente con un brazalete de identificación médica con instrucciones en caso de crisis convulsivas, por lo que deberemos buscarlo y seguir las mismas. También es fundamental permanecer al lado de la persona afectada hasta que se recupere o hasta que llegue la asistencia médica profesional, vigilando siempre sus signos vitales como el pulso.
En caso que la crisis convulsiva ocurra con fiebre en un niño, se le debe refrescar gradualmente utilizando agua tibia. También se le puede administrar acetaminofén (Tylenol), sobre todo cuando tenga antecedentes de convulsiones febriles. Nunca se lo debe sumergir en una tina con agua fría.

Cosas que no se deben hacer

Es fundamental que no se lleven a cabo ciertas acciones, que comúnmente se creen que son las correctas en los casos de convulsiones. Por ejemplo, no se debe restringir a la víctima ni colocar ningún objeto entre los dientes de la misma durante la crisis convulsiva, ni siquiera los dedos.
Tampoco se debe mover a la víctima, excepto que se encuentre en peligro o cerca de algo que represente algún riesgo. No se debe tratar de hacer que la persona deje de convulsionar, ya que ésta no tiene control sobre la crisis convulsiva y no es consciente de lo que le está pasando en ese momento.
Otro hecho importante es evitar suministrarle algo a la persona por vía oral hasta que las convulsiones hayan culminado, y ésta se encuentre totalmente despierta y alerta. En otras palabras, solo se debe esperar a que las convulsiones terminen su proceso, para luego poder actuar.

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